Cantando a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés







El viento eres tú 


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Aprendí a tocar la guitarra y a enriquecer los arpegios y acompañamientos a través de las canciones de Silvio Rodríguez y de Pablo Milanés. Desde entonces siempre me han inspirado y me han acompañado en mi crecimiento como músico, autor o intérprete.



Á L B U M     C O M P L E T O
SI ELLA ME FALTARA ALGUNA VEZ 00:00 QUÉ HAGO AHORA? 2:56 EL BREVE ESPACIO EN QUE NO ESTÁS 5:27 ÓLEO DE MUJER CON SOMBRERO 7:58 DE QUÉ CALLADA MANERA 10:47 CABALLO MÍSTICO 12:42 PROPOSICIONES 14:50 TE AMARÉ 17:30 YO NO TE PIDO 20:24 MARIKO-SAN 23:00 RÉQUIEM 26:00 GENERACIONES 29:00

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Te amaré (Silvio Rodríguez)

Te amaré, te amaré como al mundo
te amaré aunque tenga final
te amaré, te amaré en lo profundo
te amaré como tengo que amar.
Te amaré, te amaré como pueda
te amaré aunque no sea la paz
te amaré, te amaré lo que queda
te amaré cuando acabe de amar.
Te amaré, te amaré si estoy muerto
te amaré al día siguiente, además
te amaré, te amaré como siento
te amaré con adiós, con jamás.
Te amaré, te amaré junto al viento
te amaré como único sé
te amaré hasta el fin de los tiempos
te amaré y, después, te amaré.



Proposiciones(Pablo Milanés)

Propongo disfrutar esta jornada
inquientando tu gusto en dos sentidos
una palma que bate en tus oídos
y un cocodrilo verde en tu mirada.

Propongo que tu voz enamorada
se lance por caminos y veredas
anunciando; llegó la primavera
hagan suyo el crisol de esta morada.

Propongo compartir lo que es mi empeño
y el empeño de muchos que se afanan
propongo, en fin tu entrega apasionada
cual si fuera a cumplir mi último sueño.

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El breve espacio en que no estás 
(Pablo Milanés)



Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad.
En la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio
en que no está.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará.
Rompe todos mis esquemas,
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio
de lo que da.

Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.
No comparte una reunión,
mas le gusta la canción
que comprometa su pensar.

Todavía no pregunté "¿te quedarás?".
Temo mucho a la respuesta de un "jamás".
La prefiero compartida
antes que vaciar mi vida.
No es perfecta, mas se acerca
a lo que yo, simplemente, soñé.



 Caballo místico (S. Rodríguez)

Érase un caballo con dos alas
que subía, que volaba
como volaría el amor
Érase un caballo con un cuerno
en la nariz que en primavera
se hizo buen galopador.
Érase un caballo con un hombre
y un arquero, todo junto
con un solo corazón.
Érase que un beso era el Olimpo,
érase que abril era a las cinco.
Y las patas del animal místico
se enredaban en el aire
con su galope magnífico.
Y era que te había conocido
con tu nombre que volaba,
con tu pequeño vestido.

(Voz invitada: Violeta Selfa)


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¿Qué hago ahora? (Silvio R.)

¿Dónde pongo lo hallado
en las calles, los libros, la noche,
los rostros en que te he buscado?
¿Dónde pongo lo hallado
en la tierra, en tu nombre, en la Biblia,
en el día que al fin te he encontrado?
¿Qué le digo a la muerte, tantas veces llamada
a mi lado que, al cabo, se ha vuelto mi hermana?
¿Qué le digo a la gloria vacía de estar solo,
haciéndome el triste, haciéndome el lobo?
¿Qué le digo a los perros que se iban conmigo
en noches perdidas de estar sin amigos?
¿Qué le digo a la luna que creí compañera
de noches y noches sin ser verdadera?
¿Qué hago ahora contigo?
Las palomas que van a dormir a los parques
ya no hablan conmigo.
¿Qué hago ahora contigo?
Ahora que eres la luna, los perros,
las noches, todos los amigos.


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De qué callada manera -Canción-
(Nicolás Guillén / Pablo Milanés)

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)

Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.

¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto.)

En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)


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 Mariko San

Dondequiera me encuentro un papel
de Mariko-San.
Dondequiera descubro un recado,
un guiño de ojo.
Ando en una gaveta, abro un libro,
registro un bolsillo, levanto un mantel:
dondequiera me encuentro un papel
de Mariko-San.

El verano llegó desde ayer,
no quiso esperar.
Mete leña en su horno
de sietemesino y ahoga.
El verano, a pesar de las cosas
que pese al verano se suelen hacer.
El verano llegó desde ayer,
no quiso esperar.

Hoy debiera contar hasta cien
y luego soñar.
Hoy debiera volver del océano
y ser bienvenido.
Hoy debiera andar sin zapatos,
casarme de pronto sin saber con quién.
Hoy debiera contar hasta cien
y luego soñar.
 



Yo no te pido

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tu quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar,
el futuro algún día llegará
y del presente
que me importa la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas, no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

 

 Generaciones

Un viejo y un niño desnudos, se ven
jugando en la arena lamida de mar.
El viejo es muy viejo, su barba es azul.
El niño es muy niño, su risa está intacta aún.
Y juegan al mundo, a la historia, a la vida común.

Allí se destrozan, se besan, se van
con viejas costumbres que a diario se dan.
Y un pájaro pasa y se pone a llorar,
y el viejo y el niño le caen a pedradas los dos,
pues ha interrumpido su rito sagrado de amor.

Un pájaro cuelga del hueco del cielo,
un pájaro blanco en estado de celo.
Un pájaro ha dicho que ha visto vivir.
Un pájaro puede, si quiere, ponerse a llorar
pero, ¿quién ha visto que un pájaro tenga que hablar?

¿Quién sabe de un agua que cure el dolor?
¿Quién sabe de un sitio que guarde el amor?
¿Quién sabe una historia que sepa mejor?
¿Quién sabe de un viejo y un niño jugando en el mar
y de un pájaro blanco al que se le ha olvidado volar?
  

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La Canción del elegido fue la primera canción que oí y la primera que aprendí de Silvio Rodríguez. Ésta es una grabación casera realizada a mediados de los 80, cuando yo tenía veintypocos años.